Las leyes las aprueban los mismos (unos) para aplicarselas a los mismos (otros).
Unos: políticos, banqueros y grandes empresarios.
Otros: pringaos.
El castigo siempre es distinto, la fianza es distinta, prescriben de forma distinta y la pena es distinta, pero los votantes siguen siendo los mismos. Los mismos idiotas.
A petición del misterio del interior de las cloacas del poder, será
delito el “acometimiento, agresión, empleo de violencia o amenazas graves de
violencia sobre el currela pringao”.
Habrá más penas para los que aprovechen el poder para aprobar recortes.
Los ejes de mi carreta y los ejes de la reforma del código penal que da
pena, serán engrasados para que no chirríen, y para que no se oiga cuando se
ríen.
NUEVA REFORMA. Pasa a considerarse
asísimato, el robicidio que se cometa por políticos para facilitar las
comisiones, cazos o para evitar ser descubierto.
RATEROS PROFESIONALES. A los
políticos rateros se les obligará a comer rata hasta que se rediman y
devuelvan. Hasta que devuelvan el dinero.
HURTO. Pasa a ser un delito si lo
apropiado tiene un valor de más de un euro, “aunque para fijar este límite se
tendrá en cuenta la afiliación política”
VIOLENCIA EN LOS RECORTES. Si los
recortes crean peligro para la vida digna y la integridad de las personas, la
pena se agrava. Que pena. Y si no se lucha, la dignidad se pierde.
ATONTADO A LA AUTORIDAD. Ser
atontado será un delito. La resistencia pasiva y la abstención activa no se
tipifican, pero se ningunean.
BANCARROTA. Endurecimiento de la
persecución de los delitos por romper bancos y cajas. El banquero que joda un
banco se le obligará a dormir en un cajero. Y que se joda.
DESOBEDIENCIA. La desobediencia
sigue penada hasta un año de cárcel. Ser obediente es mucho mejor para el
poder. Y ser obediente no está penado, pero da mucha más pena.
DESAPARICIONES DE DINERO.
Situaciones en las que el criminal político corrupto de turno reciba cazo, se
castigará como robicidio. La pena es mayor aun, si la víctima le vuelve a
votar.
INCITACIÓN AL DELITO. Se premiará
con cargos en empresas, la difusión de mentiras que inciten a la sumisión del
público que generen miedo y consigan pasividad.
PRISIÓN PERMANENTE. Se aplicará a
políticos que no devuelvan lo apropiado, políticos mentirosos, políticos corruptos
y políticos violadores de sus propios programas electorales.
La
libertad condicional del político podrá anularse si el reo vuelve a presentarse
para ser elegido en próximas elecciones.
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